Es muy frecuente que, al terminar el verano, venga gente a nuestra consulta de fisioterapia aquejada de fascitis plantar. ¿Por qué es más probable sufrir esta patología en estos meses? En este post os lo explicamos.
La clave de este asunto es el cambio de calzado. Con el calor usamos más calzado abierto, tipo sandalias y chanclas para ir a la piscina o a la playa. ¿Qué consecuencias tiene esto para nuestros pies? Lo que suele ser más habitual es que se produzca una inflamación de la fascia plantar (fascitis) ya que chanclas y sandalias no suelen tener una buena amortiguación ni una correcta sujeción del pie, lo que las hace no aptas para utilizarlas en largos recorridos. Esto provoca que los dedos de los pies estén en tensión por intentar sujetar el calzado haciendo que la fascia plantar se inflame. Por ello, deberíamos usarlas con moderación y alternar su uso con otros calzados más idóneos para caminar.
¿Qué es la fascia plantar?
La fascia plantar es una estructura plana de tejido elástico que recorre la planta del pie desde el metatarso hasta el talón. Cuando se produce una inflamación, suele afectar más a su zona de inserción situada en el calcáneo. Entre sus funciones, están las de mantener el arco plantar, proteger los metatarsianos y absorber los impactos del pie contra el suelo.
Síntomas de que padecemos fascitis plantar
El principal síntoma que suele aparecer es el dolor en la parte interna del talón, que es donde se inserta la fascia. Este dolor normalmente es más agudo cuando nos levantamos de la cama ya que durante el descanso nocturno, la fascia está relajada. Una vez que nos ponemos otra vez en pie, la fascia vuelve a traccionar sobre todo en los primeros pasos que es cuando se vuelve a tensar haciéndose patente la inflamación.
En algunas ocasiones, el diagnóstico se confunde con el espolón calcáneo, ya que los síntomas son muy parecidos. Para realizar un diagnóstico diferencial se suele realizar una radiografía, en la que, si existe espolón aparece una calcificación del tubérculo postero-interno del calcáneo.
Tratamiento de la fascitis
Las principales medidas para tratar esta patología son antiinflamatorias, incluyendo entre ellas:
- La aplicación de frío en la zona. En estos casos recomendamos que el paciente congele una botella de agua y con una ligera presión, la haga rodar con el pie afectado.
- Estiramientos de la musculatura que está implicada en la tensión de la fascia: gemelos, sóleo y la misma fascia.
- Masoterapia en la planta del pie y en la musculatura anteriormente mencionada para descargar y relajar tensiones.
- En los casos en los que se sospeche que la fascitis ha sido producida por defectos en la pisada, se recomienda ir al podólogo para realizar un estudio de la misma y si es necesario poner unas plantillas, evitando así que vuelva a aparecer.
Ahora que ya sabéis algo más de esta patología, recordad que no es exclusiva de esta temporada del año, aunque aparezca con más frecuencia. Si en algún momento notáis alguno de sus síntomas, no dudéis en poneros en contacto con profesionales para recibir el tratamiento adecuado.
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