Siguiendo con el tema de las lesiones deportivas, qué mejores deportes para tratar en estos días de frío que el esquí y el snowboard.
En los deportes de invierno las lesiones que se producen más frecuentemente son los golpes y las contusiones, tanto en tronco como en los miembros superiores e inferiores. Pero aparte de éstas, en ocasiones se generan otras lesiones más serias que pasamos a explicar:

1) Lesiones en esquí

Debido a la posición de las piernas en la práctica de este deporte, las lesiones más frecuentes y de más gravedad son de rodilla. Los meniscos y los ligamentos son los que sufren más daños esquiando, ya que la articulación permite flexo-extensión pero no movimientos de rotación o lateralidad. El mecanismo lesional más frecuente es cuando al caerse, el tronco del esquiador describe un giro brusco sobre la pierna, más concretamente sobre la tibia. En este tipo de caída lo que pasa más a menudo es la rotura del ligamento cruzado anterior, a veces asociado a rotura de menisco interno y ligamento lateral interno (triada).
Después de las lesiones de rodilla, encontramos las producidas en muñecas-dedos. La más común y con nombre propio es la llamada “pulgar del esquiador”. Ésta se da cuando en una caída, el deportista apoya la mano en el suelo, con el bastón interpuesto entre la nieve y el dedo pulgar causando así la rotura del ligamento colateral cubital de la articulación metacarpo- falángica (parte interna de la base del pulgar). El dedo sufre una separación forzada acompañada de dolor agudo y un chasquido. Es frecuente que esta lesión necesite reparación quirúrgica y posterior rehabilitación.
También son comunes las lesiones de tobillo, sobre todo las fracturas normalmente causadas por llevar las botas mal ajustadas o porque no salte la fijación en la caída.

2) Lesiones en snowboard

En este deporte al contrario que en el esquí, las lesiones más frecuentes las encontramos en los miembros superiores (muñeca, clavícula y hombro). La mano de apoyo es la que más daños sufre ya que es la que para las caídas al tener los pies fijos en la tabla. En este caso, se dan fracturas de las muñecas por caídas sobre ellas en hiperextensión, fracturas de clavícula y luxaciones de hombro por caídas sobre el hombro, o por parar las caídas con extensión de codo en la nieve.
A pesar de que la mayoría de las lesiones se dan en las extremidades superiores, en este deporte existe una lesión de extremidad inferior propia, la llamada “fractura del snowboarder”, en la que se produce la rotura de la parte lateral del astrágalo. Esta lesión se da debido a que en el snowboard las botas son menos rígidas que en el esquí, por lo que no impide las torsiones de la articulación del tobillo, causando así este tipo de fracturas.

Cómo prevenir lesiones en esquí y snow

La clave en la prevención de este tipo de deportes, es la técnica. Esta claramente demostrado que, a mayor inexperiencia, mayor es el índice de lesión. Por ello, es recomendable tomar clases con un instructor en los primeros momentos de la práctica. También hemos de tener en cuenta que un buen equipamiento nos va a ayudar a estar más cómodos y seguros a la hora de realizar esquí y snow. El uso de botas de calidad y de casco y protecciones nos ayudarán a evitar incidentes.

Por otro lado, uno de los factores de riesgo más notable es la baja forma del deportista. Se trata de deportes de temporada que muchas veces son practicados por personas que el resto del año no practican demasiado ejercicio. Es imprescindible que antes de practicar tanto esquí como snow, se haga un acondicionamiento físico para que antes de realizarlos el cuerpo esté preparado. Evitaremos así las lesiones y en caso de que al final se produzca algún tipo de daño, la recuperación siempre será más fácil teniendo los tejidos en la mejor condición posible.
A la hora de la realización de estos deportes es importante realizar un calentamiento previo, evitar la fatiga, hidratarse correctamente y tener en cuenta el estado de la pista.

Las lesiones que se han comentado anteriormente tanto si requieren de procedimiento quirúrgico o no, precisarán en algún momento de tratamiento de fisioterapia y rehabilitación. Tanto para su curación como para su prevención, la fisioterapia tiene un papel muy importante, por lo que te aconsejamos que acudas a tu fisioterapeuta de referencia.