El pádel se ha convertido en uno de los deportes más practicados a día de hoy, debido a varias causas: es divertido, las exigencias físicas no son muy altas, no requiere una inversión muy alta y tiene un componente social importante.
Aún con la premisa de que no exige mucho físicamente, el riesgo de lesión en este deporte es alto dado a la gran cantidad de movimientos que se realizan en él, a los cambios de dirección y los arranques. Esto unido en ocasiones a una técnica deficiente y a la realización de movimientos de forma incorrecta, hace crecer las posibilidades de hacerse daño. Entre las lesiones más frecuentes se encuentran: epicondilitis (codo de tenista), esquinces tanto de rodilla como de tobillo, contracturas musculares, roturas fibrilares, tendinitis, lumbalgias y roturas del tendón de Aquiles.
Pasamos a enumerar consejos para evitar las lesiones en este deporte que se pueden extrapolar a prácticamente cualquier deporte.
- Calentamiento: Para que nuestro cuerpo se vaya habituando al movimiento que va a realizar más tarde es importante realizar un calentamiento y no empezar a jugar en “frío”. Con ello evitaremos lesiones y además aumentará el rendimiento. Como ejemplo de calentamiento, comenzar con carrera de trote suave en el que vayamos introduciendo desplazamientos laterales, en zig-zag acompañándolo con los brazos (abrir- cerrar, arriba-abajo, círculos adelante-atrás)
En una segunda fase del calentamiento introducir movimientos más específicos que vayamos a realizar durante el ejercicio, incluyendo los grupos musculares que vayamos a usar y ejercicios de coordinación. En esta parte hay que incluir ya la pala, empezando por simular los movimientos que se van a hacer durante el partido para más tarde realizarlos con la pelota.
- Estiramientos: Es muy importante estirar después de realizar la actividad para favorecer la vuelta a la calma de toda la musculatura. Los músculos en los que debemos centrarnos son: Gemelos y sóleo, psoas iliaco, aductores de la cadera y extensores de la mano.
- Técnica: Tener una buena técnica disminuye el riesgo de lesión ya que no realizaremos movimientos muy forzados. Por ello, es conveniente para empezar tomar alguna clase con monitores experimentados que nos den las claves para jugar bien. Con una buena técnica y una práctica habitual del deporte los movimientos serán más naturales y por lo tanto menos lesivos.
- Reponer fuerzas: Evitar jugar más de dos horas seguidas, hidratarse frecuentemente (un músculo poco hidratado está más predispuesto a sufrir algún daño) y llevar una buena alimentación también ayuda a la hora de evitar lesiones.
- Elegir bien el material: En concreto unas zapatillas de buena calidad, adaptadas a nuestra pisada y una pala adecuada a nuestras características de juego son imprescindibles para poder disfrutar jugando y evitar hacernos daño.
Esperamos que este post os sirva de ayuda para que podáis disfrutar del pádel previniendo lesiones, y ya sabéis, en caso de duda, ¡consultad con el fisio!
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