El intrusismo en nuestra profesión es un tema muy actual. Los colegios profesionales intentan cada día deshacerse de él, poniendo todos los medios posibles, pero encontrándose problemas debido a la ambigüedad que nos encontramos en la legalidad.
A lo largo de nuestra carrera profesional como fisioterapeutas, nos vamos dando cuenta que, gracias a nuestro esfuerzo y de los colectivos que nos representan, la sociedad va conociendo más sobre nuestra profesión. Aún así, hay personas que no diferencian entre masajista y fisioterapeuta, y que no saben muy bien (cosa normal por la falta de regulación) qué es un osteópata, si todo fisio es osteópata, si alguien puede ser osteópata sin ser fisio, etc.
Según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, la definición de Osteopatía es:1 “Modalidad terapéutica constituida por un cuerpo de conocimientos, teóricos y prácticos, específicos dentro del campo de especialización de la Fisioterapia Manual. Emplea un conjunto de intervenciones manuales características, entre las que destacan las manipulaciones, con la finalidad de identificar y resolver las disfunciones biomecánicas, primarias o secundarias, que comprometen la movilidad normal del aparato locomotor y/o de las vísceras. Estas disfunciones, que pueden formar parte de numerosos síndromes y enfermedades, presentan como síntoma principal el dolor”. Subráyense frases como modalidad terapéutica, especialización de la Fisioterapia, disfunciones biomecánicas… que nos reafirman en el convencimiento de que profesionales no sanitarios no pueden ejercer la Osteopatía.
Hablando ya en primera persona, consideramos que los conocimientos de los que partimos siendo fisioterapeutas, no son equiparables a los que se pueden obtener en otros cursos de muchísimas menos horas, sin el contenido teórico-práctico necesario para la aplicación de técnicas y tratamientos específicos, y mucho menos en pacientes con patología. Además, estamos en continua formación y en este caso concreto, la osteopatía es una herramienta más, por lo que, entre la batería de técnicas que podemos usar para tratar las dolencias de nuestros pacientes, empezando por su valoración hasta el tratamiento, contamos con esos conocimientos “extra”.
Queremos hacer hincapié en que la osteopatía no es sólo “eso de que te crujan”, sino que abarca desde el método de realizar la valoración de la patología, hasta el modo de tratar al paciente; no solamente mediante manipulaciones de alta velocidad, sino que también cuenta con técnicas de energía muscular y otras en las que no se “cruje”.
Desde nuestra experiencia, y tras leer documentación sobre este tema, nos damos cuenta de la lucha que nos queda por delante para la extinción del intrusismo; de estas falsas profesiones que tanto mal hacen a los pacientes que acuden a estos masajistas, quiromasajistas, osteópatas con escasa formación y que pueden salir de sus consultas con más daño del que llevaban al entrar. No se nos puede meter a todos en el mismo saco.
Tras la revisión de noticias relacionadas con esto, nos encontramos que sólo se resuelven legalmente los asuntos que han comenzado con denuncias por mala praxis, descubriéndose en ese momento que estos “profesionales” ejercen como si fueran personal sanitario, cosa que evidentemente no son, y utilizan una titulación no oficial para hacer tratamientos a personas con patologías reales y que necesitan profesionales con conocimientos que puedan abordar su problema.
Por ello nuestro consejo es: Acudir siempre a centros que estén autorizados por la Conserjería de Sanidad y asegurarnos de que el fisioterapeuta que nos vaya a realizar el tratamiento esté titulado como tal.
Referencia:
1: https://www.cfisiomad.org/pdf/Resolucion_2-2009_aprobada_Osteopatia.pdf
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