Siguiendo con el hilo de los últimos posts de este blog, hoy queremos hablarte de las lesiones más frecuentes en el ciclismo. Los deportes al aire libre son siempre una alternativa en cualquier lugar del mundo, y el ciclismo y el running son las favoritas entre los españoles que buscan realizar actividad física en su rutina diaria.
Las lesiones derivadas de este deporte son tanto por la repetitividad de los gestos asociados al pedaleo, las posturas sobre la bicicleta, la velocidad y la superficie de práctica (asfalto o montaña). El riesgo de accidentes se sitúa un 10% mayor que en otros deportes como el fútbol o el baloncesto, aunque no suelen ser lesiones graves. Por todo ello, las lesiones en ciclismo podemos clasificarlas por:
1) Lesiones traumáticas:
– Contusiones, abrasiones cutáneas (quemaduras)…
– Lesiones ligamentosas: la más frecuente es la subluxación de la articulación acromio-clavicular
– Fracturas: clavícula, costillas, olécranon, cabeza de radio y dedos.
– Traumatismo craneoencefálico
2) Lesiones derivadas de la práctica habitual:
– Lesiones de la columna: puede ser a todos los niveles, pero las lesiones más frecuentes suelen darse en la columna lumbar.
– Lesiones en el miembro superior: compresión del nervio mediano, tendinopatías del primer dedo y fracturas de escafoides (muñeca) son las más frecuentes.
– Lesiones del miembro inferior:
- En la rodilla: Lesiones del cartílago (condromalacia), tendinopatía de la pata de ganso, síndrome de la cintilla iliotibial, tendinopatía rotuliana…
- En la cadera: síndrome de la parálisis perineal por la compresión del nervio pudendo e irritaciones de la piel de toda la zona.
- En el pie: tendinosis aquílea y síndrome del pie caliente por compresión de las terminaciones nerviosas a nivel de la cabeza de los metatarsianos por mal apoyo en los pedales.
Todas las lesiones anteriormente mencionadas podrían prevenirse siguiendo algunos consejos:
– Elegir una talla de bicicleta adecuada.
– Realizar un buen estudio biomecánico para obtener una buena ergonomía sobre la bicicleta: sillín, pedales, manillar…
– Ejercicios musculares para tener una musculatura eficaz, sin desequilibrios y reforzada en los músculos abdominales, torácicos y paravertebrales.
– Mantener una buena flexibilidad.
– Hacer un buen calentamiento, y estiramiento antes y después de finalizar la sesión y terminarla con un enfriamiento progresivo.
– Usar equipamiento deportivo adecuado: casco, coulotte, maillot, zapatillas, gafas…
En algunas de estas recomendaciones el fisioterapeuta tiene un papel fundamental: mantenimiento del tono muscular a través de masajes de descarga, plan de ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad…
Por todo ello, no lo dudes, acude a tu fisioterapeuta de confianza si realizas este deporte ya sea de manera profesional o más esporádica, y así evitarás algunas lesiones.
Comentarios recientes