Como siempre que volvemos de unas merecidísimas vacaciones tenemos una gran lista de propósitos para realizar en el “nuevo curso” que comienza. Uno de estos propósitos que más se repite es apuntarnos a un gimnasio, empezar a correr, hacer algo de ejercicio… y como todo lo que recién empezamos, solemos de comenzar con fuerza, y esto nos provoca las muy conocidas agujetas, ¿quién nos las ha tenido alguna vez?

Agujetas o dolor muscular de aparición tardía (DMAT). Son un dolor muscular que normalmente aparece tras realizar ejercicio físico de una intensidad mayor a la que estamos acostumbrados. Aparece tras 16 – 24 horas tras la realización del ejercicio, aunque alcanza su punto más intenso normalmente a las 48h y pueden durar hasta una semana.

¿Por qué se producen?

Existen muchas incógnitas sobre su aparición, pero la causa principal es el daño en el músculo. Tras un ejercicio que supera la intensidad para la que estamos preparados se producen microtraumatismos en las fibras musculares y tendinosas lo que hace que se acumulen gran cantidad de metabolitos o desechos, que dan paso a una reacción inflamatoria e irritan las fibras nerviosas produciendo dolor.

¿Se puede hacer ejercicio con agujetas?

Sí, se puede y se debe, aunque tenemos que “escuchar” a nuestro cuerpo y si el dolor es intenso descansar un día más y dedicar la sesión de ejercicios a otro grupo muscular ese día. Pero el ejercicio mejora la movilidad y ello te ayuda de cara al alivio. Costará iniciar, pero poco a poco el músculo se adapta rápidamente a las nuevas variedades de entrenamiento que pueden causar esas molestias, haciendo que sea cada vez más difícil la aparición de las agujetas.

¿Podemos evitar su aparición?

No existe nada mágico que podemos hacer para no tener agujetas, pero sí algunas formas de reducir su aparición, intensidad o duración.

    1. Alimentación/Suplementación. Os recomendamos que contactéis con vuestro nutricionista para que sea él quien os aconseje, pero parece que tomar proteínas tras el ejercicio o cafeína antes de él mejora el dolor de agujetas.
    1. Ayuda a mejorar el dolor ya sea en forma de sauna, baños o paños calientes tras hacer deporte.
    1. La actividad física de baja intensidad previa al entrenamiento ayuda, de ahí la importancia de un buen calentamiento. Sin embargo, los estiramientos clásicos parecen no tener ningún efecto sobre la aparición de agujetas, de hecho, estirar en exceso puede elevar el dolor.
    1. IR AL FISIOTERAPEUTA. Todos sabemos ya los beneficios que un buen tratamiento y mantenimiento de la musculatura tienen, así que ir al fisio tras un ejercicio intenso mejorará la percepción del dolor de agujetas e ir al fisio para prevenir la aparición de lesiones posteriores hará que no tengamos que parar el entrenamiento.