Si hay algo que repetimos los fisios hasta la saciedad es que hay que moverse porque nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento. Pero, ¿qué hacemos en caso de que el paciente esté en proceso de curación de una lesión en el que se le ha prohibido terminantemente mover una articulación?
Los profesionales que nos dedicamos más de lleno a la rehabilitación, lo vemos a diario. Queremos que nuestros pacientes no pierdan masa muscular y que vayan ganando poco a poco algo de fuerza hasta que podamos empezar a hacer los movimientos que tanta falta nos hacen.
En este punto entran en escena los ejercicios isométricos.
Pero primero, ¿qué es una contracción isométrica?
Existen varios tipos de contracción muscular:
1) Isotónicas (con movimiento)
1.a) Concéntricas: Origen e inserción del músculo se acercan.
1.b) Excéntricas: Origen e inserción del músculo se alejan.
2) Isométricas (sin movimiento)
El músculo se tensa pero en su forma ni se acorta ni se alarga, es decir, no cambia de longitud. Pero dentro del músculo, los tendones se alargan y el vientre muscular se acorta quedando en la misma longitud pero con una mayor tensión.
Un ejemplo es cuando empujamos una pared, estamos haciendo fuerza pero no desplazamiento; o cuando sujetamos un objeto sin que haya movimiento.
¿Para qué más usamos las contracciones isométricas?
Aparte de ganar potencia muscular, en rehabilitación solicitamos contracciones isométricas para varias cosas que pasamos a explicar.
A la hora de movilizar una articulación a la que le falta rango de movimiento. Aprovechamos en este caso la Ley de inhibición recíproca (Ley de Sherrington), que explicado de una manera sencilla es que solicitando la contracción de un músculo, se produce la inhibición de su antagonista(músculo que realiza la acción contraria). Con la orden de “empuja contra mí (movimiento resistido en el sentido contrario al que queremos ganar) – relaja” vamos recuperando grados de movilidad.
Este mismo principio es el que usamos en los estiramientos postisométricos, en los que aprovechamos el principio de inhibición para elongar más el músculo que nos interesa (solicitando contracción del antagonista antes de estirar).
Otro uso de este tipo de ejercicios se da en el tratamiento de las tendinopatías. En este caso se suelen recomendar contracciones excéntricas, pero hay algunos autores que optan más por las isométricas dado que las excéntricas a menudo son demasiado dolorosas para el paciente cuando están en proceso de curación.
Ahora ya sabéis más acerca de los ejercicios isométricos pero no dudéis en consultar con un fisioterapeuta a la hora de ponerlos en práctica.
*Agradecemos la aportación de la foto para este post a GEA Crossfit y Titans Box.
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